iMPRESIONANTE ES sin duda la información que presenta la Agencia Noticiosa  SeMéxico, en la cual señala alarmantemente que más de 2 millones de mujeres trabajan en los hogares en México. Poco más de la mitad de las empleadas labora cinco o seis días a la semana pero recibe una remuneración baja. Una tercera parte de ellas (cerca de 379 mil) apenas percibe un salario mínimo, mientras que 4 de cada 10 trabajadoras (alrededor de 849 mil) recibe entre uno y dos salarios mínimos. Y sólo 3.7 por ciento de quienes se ocupan en el sector gana más de tres salarios mínimos. (CACEH, 2014).

Además, según datos del 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 8 de cada 10 mujeres que laboran como empleadas del hogar son madres y 1 de cada 3 es madre soltera. Casi ninguna tiene acceso a guardería y deben dejar a sus hijos o hijas al cuidado de alguien más para poder cumplir con sus labores.

Al respecto, en los datos que presenta SeMéxico, la diputada federal Martha Lucía Mícher Camarena señaló que las mujeres dedicadas al trabajo en hogares tienen derecho a entablar relaciones laborales formales en condiciones legales, dignas, sin abuso y con seguridad social.

Por otro lado y por su fuera poco, en una nota publicada en Sinembargo.mx, señalan que en la encuesta “Percepciones sobre el trabajo doméstico: una visión desde las trabajadoras del hogar y las empleadoras” realizada por el Conapred se dio a conocer que el 36 por ciento de las personas que incursionan en esta labor tienen entre 10 y 17 años de edad.

La encuesta, que se realizó a mil 240 empleadoras y mil 243 trabajadoras evidenció las condiciones de explotación, discriminación y exclusión de las que son víctimas, así como el poco acceso a los derechos básicos de todo trabajador, como son los servicios médicos y el aguinaldo.

Seguramente ya existía el conocimiento general de que esto viene sucediendo a trabes de la hisotria pero ahora ahora se documenta con este tipo de encuestas que le dan mas realidad al asunto.

De acuerdo con la encuesta, solo el 4 por ciento está contratada legalmente, el resto tiene un contrato de palabra.

Según el artículo, los resultados fueron presentados por Ricardo Bucio Mújica, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), quien dijo que se trata de una actividad marcada por la desigualdad de género, ya que aunque también es ejercida por hombres éstos por menos horas tienen un mayor monto salarial.

De acuerdo con el sondeo, 46 por ciento labora más de las ocho horas reglamentadas por ley y 16 por ciento trabaja más de 12 horas; el promedio salarial por semana puede ascender a los mil 128 pesos con solo un día de descanso.

Esta situación se puede ver empeorada si la trabajadora es mayor de edad, indígena o migrante (externa o interna), incluso puede tener las tres características: 23 por ciento de las encuestadas son de origen indígena, de esa cantidad, a una de cada cuatro se le prohíbe hablar en su lengua.

El trabajo doméstico es uno de los campos laborales más importantes para las mujeres migrantes ya que es un trabajo en el que no se solicitan papeles ni algún nivel de estudios, razón por la cual en México, el 51 por ciento de las trabajadoras es migrante interna.

En este tema ha habido recomendaciones por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ha urgido al Gobierno mexicano a retomar algunos tratados a los que está adscrito que abordan temas como derechos laborales, prohibición de trabajo infantil y regulación del pago con especie (algunos patrones pagan con escuela, comida o ropa), señaló Ana Gúezmes García, representante de ONU Mujeres en México.