Tomado de aquí, de allá y de acuyà…
El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos.
Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios – el hombre está condenado a la opresión.
Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores que quieren impedir cambios, como
por personas individuales que quieren imponer su ideología o valores personales,
callando los otros.
La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra.
EN LA HISTORIA…
En la historia, se señala como el primer periódico en sentido estricto, aquel que Julio César hizo colocar en el «Foro Romano» y al cual denominó el Acta diurna en el siglo I antes de nuestra era.
En la baja Edad Media, las hojas escritas con noticias comerciales y económicas eran muy comunes en las bulliciosas calles de las ciudades burguesas.
En Venecia, se vendían hojas al precio de una gaceta (moneda utilizada en Venecia en el siglo XVI), de las que provienen los nombres de muchos periódicos publicados en la Era Moderna y la Contemporánea.
En los siglos XVIII y XIX, los líderes políticos tomaron consciencia del gran poder que podían tener las gacetas para influir en la población y proliferaron los periódicos de facciones y partidos políticos.
Hacia finales del siglo XIX, los empresarios descubrieron el potencial comercial del periodismo y surgieron las primeras publicaciones parecidas a los diarios actuales. En los Estados Unidos, empresarios como Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst crearon grandes diarios destinados a la venta masiva.
Nuevas invenciones, como el telégrafo, facilitaron la obtención de noticias. La fotografía comenzó a usarse en la prensa diaria en 1880. Alemania fue el primer país que produjo revistas gráficas ilustradas con fotografías.
En la década de los años 20 del siglo pasado surgieron las primeras emisoras de radio.Las primeras emisiones de televisión se hicieron en los Estados Unidos en los años 30, y ya en los años 50 la televisión competía con la radio.
El periodismo es una profesión riesgosa, muchos periodistas han encontrado la muerte en el ejercicio de su profesión.
La libertad de expresión es un derecho fundamental o un derecho humano, señalado en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948,
y las constituciones de los sistemas democráticos, también lo señalan. De ella deriva la libertad de imprenta también llamada libertad de prensa.
El derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas, y así fue concebido durante la Ilustración.
Para filósofos como Pach, Montesquieu, Voltaire y Rousseau la posibilidad del disenso fomenta el avance de las artes y las ciencias y la auténtica participación política.
Fue uno de los pilares de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución francesa, hechos que revolvieron las cortes de los demás estados occidentales.
Otro argumento clásico, asociado a John Stuart Mill, es que es esencial para el descubrimiento de la verdad.
La libertad de prensa es la existencia de garantías con las que los ciudadanos tengan el derecho de organizarse para la edición de medios de comunicación cuyos contenidos no estén controlados por los poderes del Estado.
Suecia fue el primer país en adoptar una legislación de libertad de prensa, mientras que en los EE.UU. este derecho está garantizado por la Primera Enmienda de la Constitución Estadounidense.
Es responsabilidad del Estado que las y los defensores de los derechos humanos y de la libertad de expresión tengan la garantía plena para hacer su trabajo sin reservas. Si los reporteros callan por censura, amenaza o violencia, la democracia por la que nos pronunciamos en este Gobierno emanado del Partido de la Revolución Democrática, habrá fracasado.
La peor opinión es el silencio, porque los hombres y mujeres de prensa no solo están para contar lo que pasa, si no también para defenderse de todos aquellos que pretenden amordazarnos.